Si has empezado a leer este artículo con la esperanza de librarte del miedo para siempre… tengo malas noticias para ti: eso no va a suceder jamás. o no debería, al menos. Las buenas noticias son que el miedo no es tu enemigo. Está ahí para protegerte y es un gran aliado que te ayuda a crecer como persona.
“No tener miedo es ser temerario. Tener miedo y afrontarlo es ser valiente.”
Qué es el miedo
El miedo es una emoción primaria que nos alerta de una posible amenaza o peligro para que tomemos las medidas necesarias para protegernos. Su objetivo principal es mantenernos vivos y a salvo.
La cosa se complica cuando dicho miedo deja de ser real o proporcionado a la situación que está sucediendo. Puede que incluso acabemos teniéndole miedo al miedo. Es entonces cuando el miedo nos paraliza y nos limita. Como dijo Sófocles, “para quien tiene miedo, todo son ruidos.“
Por qué es importante aprender a gestionar el miedo
Como suele ocurrir con cualquier emoción desagradable, incómoda o demasiado intensa, empezamos a utilizar todo tipo de estrategias para no sentirla. Y como “lo que se resiste, persiste,” es entonces cuando el miedo crece y nos paraliza y agota, lo cual nos deja menos fuerza y claridad para enfrentarlo. Incluso puede llegar a enfermarnos.
Toda nuestra vida es un cambio continuo, especialmente durante nuestro desarrollo desde la concepción hasta la etapa adulta, que nos lleva a enfrentar situaciones llenas de incertidumbre. Sin cambio es imposible crecer y evolucionar. En este proceso vamos desarrollando miedo al fracaso, al abandono, al rechazo, a las pérdidas, miedo a la muerte y, sobre todo, a los grandes cambios.
Tal como nos enseña el Rebirthing, nuestro propio nacimiento es el cambio más grande que experimentaremos jamás y determina el guión que seguimos para afrontar dichos cambios, es decir, la forma en que afrontamos nuestros miedos el resto de nuestra vida (pero de esto ya hablaré más en otro momento).
También podemos tener miedos heredados de nuestro sistema familiar o, como las Constelaciones Familiares nos enseñan, podemos tener inconscientemente miedo a romper con las lealtades familiares, saboteándonos el éxito en lo profesional, en la salud o en la pareja, por ejemplo.
Este miedo acumulado en nuestro inconsciente nos va generando dudas, incluso obsesivas, y hace que nos enfoquemos en los aspectos negativos tanto de nuestro entorno como de nuestro desempeño. Estamos anticipándonos todo el tiempo a lo que puede ir mal, minando nuestra confianza en la vida y/o en nosotrxs mismxs, afectando a nuestra autoestima.
Es así cómo el miedo nos paraliza al sabotearnos y convertirnos en personas inseguras que abandonan sus proyectos mucho antes de comenzarlos, impidiéndonos crecer y disfrutar de nuestra vida y nuestros retos. Ya no tenemos miedo sinó que vivimos en el miedo.
Cómo transitar el miedo
En estos tiempos de tanta incertidumbre donde no hay ningún área de nuestra vida que no se vea cuestionada, aprender a transitar y gestionar el miedo resulta imprescindible.
La idea no es “vencer” o “luchar” con el miedo, ya que no podemos eliminarlo, pero sí aprender a convivir con él, aprender a evitar que nos paralice y bloquee nuestra vida. Eso va a calibrar esta emoción a su justa medida y va a mejorar nuestra autoestima y confianza.
” El miedo llamó a mi puerta y cuando abrí ya no había nadie. “
Aquí te dejo una hoja de ruta para transitar tu miedo. Toma papel y boli y busca un lugar tranquilo:
- Céntrate en tu respiración hasta que consigas relajarte: Lo único imprescindible en este instante para estar vivx (a no ser que haya un tren a punto de arrollarte o algo parecido) es que el aire entre y salga de ti. Todo lo demás puede esperar. Si estás demasiado alteradx, antes sacude tu cuerpo, salta, baila o pon voz para descargar tensión, y luego respira.
- Nómbralo y dale voz: Conócelo, ponle nombre y aprende qué te dice. “Al enemigo, cuanto más cerca mejor.” Escribe todo lo que ese miedo te dice.
- Comprueba si es cierto lo que te dice: lo bueno de tener una edad es que tenemos una buena base de datos.
¿Es eso cierto?
¿Ha ocurrido alguna vez?
Si es que sí; ¿lo superaste? ¿qué aprendiste de ello? ¿para qué sirvió? ¿son éstas las mismas circunstancias? ¿eres tú la misma persona que entonces? - Comprueba tus recursos: Escribe tus cualidades útiles para esta situación, tu experiencia en ello. Enumera las veces que has superado otros miedos o retos.
- Aumenta tus recursos: Escribe qué puedes hacer para estar preparadx para que salga bien: en qué puedes mejorar o qué ayudas puedes pedir para asegurarte el éxito.
- Prepárate para el fracaso: Alguna vez vas a fracasar, forma parte de aprender y crecer. Escribe qué es lo peor que podría pasar. Elabora un plan B, plan C… los que necesites.
- Ríndete a un poder superior: Dicen que la vida es aquello que ocurre mientras unx hace planes. Ya que no sabes lo que va a suceder, al menos apuesta por lo que tu corazón cree que vale la pena. Pide, reza, visualiza lo que deseas que ocurra.
- Pasa a la acción: Si quieres que te toque la lotería, tendrás que comprar el billete. No intentes escalar la montaña entera de una vez. Céntrate en el primer paso y márcate objetivos pequeños y asequibles. Así aumentará tu confianza.
- Celebra cada pequeño paso como un triunfo: Agradece y agradécete la valentía y el esfuerzo, por nimio que sea.
- Pide ayuda: Tanto personal como profesional. Compartir tus miedos, tus fracasos y tus triunfos ayuda a salir de la parálisis, activa el sistema parasimpático. Y cuando el reto es grande o el miedo te supera, pide ayuda profesional. No nos han enseñado a gestionar nuestras emociones. Hay muchas herramientas como el Rebirthing o las Constelaciones Familiares que pueden ayudarte enormemente a soltar todos esos patrones inconscientes que pueden estar saboteando ese coraje a tomar la vida por los cuernos y darte permiso para vivir en paz.
Aprende a vivir con confianza y acogiendo el cambio y tu vida no sé si será más fácil, pero será más plena.
Y si necesitas orientación o apoyo para hacerlo, aquí me tienes, con mis propios miedos, pero al servicio 😉