¿Has observado que sueles repetir el mismo tipo de conflicto en tus relaciones?
¿Sabes que tu nacimiento y las circunstancias familiares te influyen en tu forma de relacionarte?
¿Sientes que que te gustaría relacionarte de otro modo pero no puedes evitar ciertos miedos, actitudes o reacciones?
Todxs tenemos un trauma de nacimiento. Todxs.
El nacimiento es el cambio más grande que experimentaremos jamás durante nuestra vida y condiciona la forma en la que afrontamos el lugar que ocupamos en ella y nuestras relaciones.
En él, pasamos de una vida “líquida” a una “aérea”, con todas las dificultades y circunstancias particulares que acompañaron ese proceso y con la mayor separación que experimentaremos nunca, la de la madre, nuestro primer y principal vínculo con la vida y con el amor.
Asimismo, las circunstancias de la familia en la que nacimos, nos condicionaron a realizar un rol que reproduciremos en nuestras relaciones, tanto personales como profesionales, al hacernos adultos.
Las conclusiones que sacamos durante la experiencia de la gestación y el nacimiento marcarán especialmente nuestra forma de tomar la vida y nuestra particular manera de relacionarnos a los demás, así como las decisiones y estrategias de supervivencia que inconscientemente elegimos para sobrevivir.
Por ejemplo, si la madre sufrió mucho durante el parto, un hombre puede tener la creencia de que “mi vitalidad daña a las mujeres” y puede reprimirla para protegerlas sintiendo resentimiento hacia ellas y culpa cuando expresa su vitalidad.
Otro ejemplo sería, si la madre perdió un embarazo anterior puede estar aún con el duelo o miedo de la pérdida y eso puede hacer sentir miedo o culpa a la persona y sacar distintas conclusiones del tipo “no soy capaz de hacer feliz a mi madre/mi pareja” o “no debería estar aquí”, etc.
Aprende más sobre este tema a través de las Constelaciones Familiares y el Rebirthing Sistémico.