Diferencia entre fluir y seguir la corriente

Diferencia entre fluir y seguir la corriente

7 pasos para fluir mejor en tus relaciones.

Fluir se siente cómodo, relajado y expansivo en el cuerpo. Seguir la corriente puede coincidir con fluir pero también puede convertirse en soportar, aguantar, y eso se siente incómodo y tenso cuando está acompañado de la falta de escucha interna. Las razones para no escuchar y respetar lo que sentimos están enraizadas en nuestras experiencias de la infancia. De niñxs no nos quedaba más remedio que adaptarnos por no saber o poder poner límites claros ni expresar nuestros deseos y necesidades desde un apego sano, en el que nuestrxs cuidadores nos hicieran sentir segurxs y validadxs en nuestro sentir y expresar.  

Es por esto que es importante aprender herramientas que nos ayuden a mejorar nuestra autoestima y a traer consciencia e integridad a nuestra vida y nuestras relaciones. 

En este contexto, la diferencia entre fluir y seguir la corriente, es que cuando fluyes te incluyes a ti mismx. Es decir, fluyes con lo que percibes fuera y dentro de ti. En cambio, cuando sigues la corriente inconscientemente, simplemente respondes a lo que percibes fuera de ti. 

Es cierto que puedes elegir en un momento dado seguir la corriente a alguien porque tienes una estrategia. Es decir, aunque no estés de acuerdo o haya cosas a las que renuncias por el hecho de seguir la corriente lo haces conscientemente a cambio de conseguir algo que deseas. Por ejemplo, para evitar un conflicto mayor, para esperar al momento oportuno, para cuidar de algo o de alguien, para que te deban un favor, para sentirte útil, etc.

Existe, además, la presión grupal. Cuando lo que tú sientes o necesitas no se corresponde con lo que la mayoría hace o expresa es muy fácil sentirte presionadx a seguir la corriente, a pesar de que eso sea a costa de abandonarte y traicionarte a ti misma. Es el precio de no arriesgarte a ser excluidx del grupo.

Para poder fluir con lo que sucede y con los demás sin ponerte en una situación de soportar las circunstancias desde la víctima necesitas dos cosas: una buena autoestima y una buena propiocepción. Dicho de otra manera, necesitas saber escucharte, confiar en lo que sientes, darle tanta importancia como a lo que sucede fuera de ti, y atreverte a expresar lo que sientes y deseas honestamente.

Algo que puede ayudarte a esta escucha es darte tiempo, no precipitarte en tus respuestas tanto verbales como físicas.

A veces es difícil distinguir nuestras sensaciones porque nos falta claridad.  Puede ser que necesitemos más información y/o más tiempo. Cuidarnos puede suponer también expresar estas necesidades y pedir la información que nos falta para poder sentir y saber cuál es la mejor respuesta.

A nadie nos satisface que los demás nos sigan la corriente y nos toleren. Queremos que quieran compartir con nosotrxs y que lo disfruten. Queremos que nos elijan, que nos deseen, que disfruten.  Lo contrario nos hace sentir culpables y en deuda.

Tanto el taller de El Amante Interior como el de ConTacto ConSentido, te ofrecen herramientas muy prácticas para desarrollar tu autoestima, tu capacidad de sentirte, reconocer y expresar tus necesidades, tus deseos y tus límites, y así mejorar tu relación contigo mismo y con los demás.

Ya sabes, antes de tomar una decisión sobre una propuesta (o un mandato) externo, 

  1. Toma una respiración profunda y siente cómo responde tu cuerpo.
  2. Pide lo que necesites (tiempo, límites, respuestas) para poder tener claridad si aún no la tienes. No des por verdaderas tus suposiciones.
  3. Expresa tus límites y necesidades (si no es un sí total).
  4. Date permiso para elegir la mejor opción que os incluye a todxs, sobre todo a ti, en caso de duda.  Los demás son adultxs y sabrán cuidar de sí mismxs.
  5. Toma consciencia y responsabilidad de las emociones que puedan estar condicionando tu respuesta. Hazte cargo de tu niñx interior. 
  6. Toma responsabilidad de lo que eliges y date permiso para corregir o cambiar de opinión si fuera necesario, siempre informando a lxs demás.
  7. Da permiso a las demás para hacer lo mismx y honra sus elecciones, aún cuando no te gusten.

Parece sencillo pero, insisto, seguir estos pasos requiere de autoestima, consciencia y auto-responsabilidad. Esto es algo que se adquiere con mucha práctica…

En este vídeo te cuento un ejemplo que me acaba de pasar y que ha inspirado este artículo.

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